dijous, 18 d’octubre del 2012

CEAPA estima que la participación de las familias en la huelga en todos los niveles educativos en el día de hoy ha sido superior al 80%, en base a datos recabado por esta organización. Esta confederación está muy satisfecha por la altísima participación y por el desarrollo sin incidentes de esta jornada de huelga.

Motivaciones de la huelga

A las madres y a los padres no nos gusta que nuestros hijos e hijas falten a clase, pero tampoco queremos que sean seres inertes que no defienden sus derechos. La huelga tampoco es un recurso que CEAPA o nuestras federaciones territoriales de AMPAS de la escuela pública hayamos utilizado nunca. De hecho, la huelga de hoy jueves es histórica, porque es la primera convocada por esta confederación.

Estamos ante un ataque sin precedentes a los derechos del alumnado y de las familias, con recortes salvajes en la educación española combinados con una nueva ley de educación que quiere aprobar el Gobierno igualmente inaceptable. El alumnado y las familias estamos soportando múltiples recortes, que no hacen otra cosa que castigar las ya maltrechas economías familiares, abocando al abandono educativo a muchos estudiantes por cuestiones económicas. Es inaceptable que se eliminen todo tipo de ayudas al alumnado y las familias, se incrementen las cuotas y las tasas, incluso creándolas donde no existían.

Ahora es habitual ver que muchos alumnos no disponen de los libros de texto y el material curricular necesario para ejercer su derecho a la educación, que decenas de miles se hayan quedado sin plaza en un ciclo formativo y otros tantos no hayan podido matricularse en los estudios universitarios ante el brutal encarecimiento de las tasas. Se está incumpliendo flagrantemente el mandato constitucional de la gratuidad de la enseñanza y el principio de la igualdad de oportunidades que guía a todas las sociedades democráticas avanzadas.

Es intolerable que haya niños y niñas que pasen hambre en los centros educativos, a lo que ha contribuido la decisión de determinados responsables políticos de retirar las ayudas a sus familias justo cuando más se necesitan, cuando en tan sólo dos años la cifra de pobreza infantil en España ha sumado 205.000 menores a los más de dos millones que viven en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza, incremento que es consecuencia del acoso y derribo al que están sometidos los derechos de la ciudadanía de nuestro país.

Además, hay más alumnos por profesor, asignaturas sin profesor porque apenas se cubren las bajas, aulas masificadas, niños y niñas con necesidades específicas sin atender por la eliminación de programas de atención a la diversidad, y centros educativos con medios totalmente insuficientes.

Y lo peor es que el Estado sigue desviando fondos públicos para financiar entidades educativas privadas, muchas de dudosa legalidad, porque incluso se atreven a vulnerar la Constitución Española, con la connivencia de quienes deberían cumplir y hacer cumplir el marco legal vigente.

Además, la sociedad española está cansada de que cada nuevo Gobierno se empeñe en modificar la legislación educativa, máxime si, como ocurre ahora, no se cuenta con los diferentes sectores implicados y con la intención de cambiar el actual modelo social y satisfacer consignas ideológicas.

Eso sí, podemos ver continuamente a los responsables del Ministerio de Educación hablando de la supuesta “modernidad” de la reforma educativa que promueve, una reforma sólo fundamentada en recetas del pasado como las reválidas, la repetición de curso y los itinerarios segregadores. Resulta aterrador observar cómo, con tan pocos argumentos que puedan fundamentarse en la investigación educativa, a la que por otra parte se dedican en España muchos profesionales y departamentos universitarios, pueda cambiarse de arriba abajo el sistema educativo y el futuro de tantos niños, niñas y jóvenes.

Esta huelga lanza un mensaje claro de que las cosas han llegado hasta donde nunca deberían haberlo hecho, y que las familias no estamos dispuestas a que sigan por ese camino.

Querido ministro Wert...

Por: | 17 de octubre de 2012  EL PAIS
Foto: Álvaro García
Querido ministro Wert:
Me presento, soy una de esas madres radicales extremistas y antisistema que mañana han decidido no llevar a sus hijos al colegio. Aunque usted piense que soy "contraria a la obligación que tienen los padres de procurar la mejor educación para sus hijos", es precisamente mi preocupación ante la caída en barrena del sistema educativo del que forman parte mis pequeños lo que me impulsa a secundar la huelga convocada por la peligrosísima confederación de padres CEAPA.
Antes de seguir, reconozco que soy una privilegiada porque puedo permitirme dejar a mis hijos con alguien en casa mientras trabajo. Muchos padres no tienen esa posibilidad, lo que, siguiendo el silogismo de su jefe, Rajoy, sobre la "mayoría silenciosa que no se manifiesta", significaría que todos los que lleven al colegio mañana a sus hijos están de acuerdo con los recortes -más de 5.000 millones de euros desde 2010- en un sector, el educativo, que debería estar especialmente protegido.
Pienso en familias de compañeros de David y Natalia en el colegio público de San Blas (Madrid) al que van, que no protestarán pese a haberse quedado sin becas de comedor o de libros. No se equivoque, señor Wert, no es que renuncien felizmente a ese importe en aras de un interés mayor, como es salvar a los bancos. Es que no pueden faltar a sus trabajos en la peluquería, la obra o limpiando casas. Puede que ni se hayan enterado de que se ha convocado una huelga. Pero todos se rascan el bolsillo para pagar los libros de texto, el dinero de la cooperativa para material escolar o las cada vez más escasas excursiones, que también son formativas. Puede que sea porque, después de todo, se preocupan por la educación de sus hijos.
Señor Wert, basta. Basta de tratarnos a los padres como a estúpidos con consejos como "reutilizar los libros" si no podemos pagarlos. Como si no se nos hubiera ocurrido. Como si siempre fuera posible. O con eufemismos como que "el número de alumnos por clase no aumenta, se flexibiliza". Entonces, ¿por qué no lo flexibilizamos, pero a la baja? Ah, que no pasa nada, que según los estudios de la OCDE, solo se pierde eficacia en grupos de más de 45 o 50 alumnos, o sea que tenemos todavía mucho margen de flexibilidad.
Basta de recortar en profesorado. Basta de segregar a los que se quedan rezagados. Basta de fomentar la desigualdad reduciendo becas y subiendo tasas. Si realmente le interesa mejorar la competitividad de las futuras generaciones y sacarnos del primer puesto en fracaso escolar en Europa, recuerde que los sistemas educativos más exitosos en el informe Pisa tienen en común la calidad y formación de sus profesores y la intervención temprana para que ningún niño se quede atrás.
Basta de buscar titulares y crear polémicas. Basta de desunir y provocar en vez de buscar consensos. Basta de utilizar la educación de nuestros hijos como instrumento para imponer su ideología. Haga su trabajo, procure que el sistema educativo sea el mejor posible para todos, hasta para los que le critican. No es su futuro, señor Wert, el que está en juego. Es el nuestro.




Las asociaciones instan a las familias a no llevar hoy a sus hijos al colegio, en protesta por los recortes y la reforma de Wert
La tercera jornada de huelga educativa de esta semana pasará a la historia, tenga o no éxito, porque es la primera vez que la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) insta a las familias a no llevar a sus hijos al colegio. De esta forma, los niños de Infantil y Primaria de la escuela pública se unirán a las 72 horas de "lucha" convocadas por el Sindicato de Estudiantes (SE), que comenzaron el pasado martes y que terminan hoy.   

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LOS ESTUDIANTES, EN HUELGA
Comentarios: 188 | ANNA FLOTATS
La CEAPA estima que la participación de las familias en la huelga ha sido superior al 80%. Educación lo cifra sólo en un 23%.


Qué opinan los padres de la huelga

Varios padres explican sus posiciones a favor o en contra del llamamiento a no llevar a sus hijos al colegio

 

"Nos estamos jugando el desarrollo del país"

Sara Stone es estadounidense y reside desde hace años en España. Apoya la huelga, por lo que su hija de cinco años, que estudia en el colegio público Virgen de la Paloma de Madrid, no ha acudido a clase. "En España hay una buena enseñanza pública pero nos estamos jugando el desarrollo del país y quiero que mi hija crezca aquí", asegura.

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